¿Alguna vez has sentido que tu vida está marcada por las circunstancias?
Que por más que intentes, siempre terminas en el mismo lugar…
Como si tus errores, tu infancia o tu entorno fueran cadenas invisibles que no puedes romper.
Yo también lo sentí.
Pero hay algo que aprendí, y que puede cambiarlo todo:
Tu vida no es lo que te pasó. Tu vida es lo que decidiste hacer con eso.
Puedes nacer en la oscuridad… y aun así decidir ser luz.
Puedes venir del dolor… y aun así elegir sanar.
Porque al final, no son tus condiciones.
Son tus decisiones las que escriben tu historia.
Escucha esta historia:
Dos hermanos. Criados bajo el mismo techo.
Un hogar donde el miedo era rutina.
Donde el padre, alcohólico y violento, era más un castigo que un ejemplo.
Gritos. Puertas cerradas de golpe.
Cicatrices invisibles… pero reales.
Pasaron los años.
Los niños crecieron.
Pero tomaron rumbos muy distintos.
Uno de ellos repitió la historia:
Alcohol. Rabia. Autodestrucción.
El otro rompió el ciclo:
Se convirtió en un hombre admirado. Disciplinado. Inspirador.
Y cuando les preguntaron por qué terminaron así,
los dos dijeron exactamente lo mismo:
“Con un padre como el mío, ¿qué otra opción tenía?”
¿Lo ves?
La misma historia. La misma frase. Pero dos significados opuestos.
Uno usó su pasado como excusa.
El otro… como motivación.
No es lo que te hicieron.
Es lo que tú eliges hacer con eso.
Tal vez no elegiste tu infancia.
Ni tu entorno.
Ni las veces que te fallaron.
Pero hoy sí puedes elegir no seguir fallándote a ti mismo.
Recuerda esto:
No siempre elegimos las cartas que nos da la vida…
Pero siempre podemos decidir cómo las jugamos.
Cada decisión que postergas… también es una decisión.
Cada “mañana empiezo”, cada “cuando esté listo”…
es otra forma de quedarte donde estás.
No necesitas tener todas las respuestas hoy.
Solo necesitas el coraje de tomar una decisión diferente.
Porque sí, la vida duele.
Pero también enseña.
Y en cada cicatriz… hay una lección.
Hoy puedes seguir repitiendo la historia…
O puedes ser quien la transforme para siempre.
Así que dime…
¿Qué decisión llevas tiempo postergando?
¿Qué cambio sabes que necesitas… pero sigues evitando?
Hoy… no busques culpables.
Busca el primer paso.
Porque tu historia no está terminada.
Y tal vez, solo tal vez…
el capítulo más importante de tu vida empieza hoy.
Si esta historia te hizo pensar, déjalo en los comentarios: